La globalización ofrece grandes oportunidades de alcanzar un desarrollo verdaderamente mundial, pero no está avanzando de manera uniforme. Algunos países se están integrando a la economía mundial con mayor rapidez que otros. En los países que han logrado integrarse, el crecimiento económico es más rápido y la pobreza disminuye. Como resultado de la aplicación de políticas de apertura al exterior, la mayor parte de los países de Asia oriental, que se contaban entre los más pobres del mundo hace 40 años, se han convertido en países dinámicos y prósperos. Asimismo, a medida que mejoraron las condiciones de vida fue posible avanzar en el proceso democrático y, en el plano económico, lograr progresos en cuestiones tales como el medio ambiente y las condiciones de trabajo.
Pero para los países subdesarrollados el sistema solo ah logrado depender mas de los desarrollados, crecen las deudas ya que aunque tienen los suficientes recursos para explotar y hacer q la economía se dispare, poseen escasez de maquinaria y atraso en tecnología. A estos países subdesarrollados llega se podría decir “el desecho” de los grandes países; lo que ya no se necesita. Este es el gran problema de la globalización, el individualismo y el juego a buscar el bien propio y no el bien común.
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